Desconecte los equipos electrónicos innecesarios cuando no estén en uso. Esto es especialmente importante para dispositivos como cargadores de teléfonos celulares, ya que pueden generar un gasto constante de energía durante todo el día. Desconecte las radios, máquinas de café y las impresoras hasta que necesite utilizarlas.
Reemplace los equipos antiguos, por equipos de energía más eficientes, para las nuevas oficinas. Las nuevas impresoras y máquinas de fax, están diseñadas para entrar en modo de reposo cuando no están en uso. Esta simple característica, puede ayudar a reducir dólares en su factura de energía mensual.
Pague por una auditoría de energía profesional en su oficina. El auditor examinará su oficina y le indicará cómo puede ahorrar aún más energía.
Cambie los filtros de los calefactores. Cambie los filtros de calefactores sucios por lo menos una vez al mes, cuando están en uso. Agregue aislamiento extra a los caños, si es necesario, para eliminar fugas.
Recicle el papel siempre que sea posible. Configure las fotocopiadoras de la oficina, para imprimir las páginas de ambos lados. Aliente a los empleados a utilizar papel de desecho para tomar notas.
Organice un sistema de transporte colectivo para la oficina. Los empleados gastan cantidades incalculables de dinero y gas para conducir al trabajo solos. Además de los sistemas de transporte colectivo, sugiera que los empleados vayan en bicicleta al trabajo, siempre que sea posible.
