El elevado consumo de electricidad en nuestros hogares se debe por lo general a la falta de educación para ahorrar energía. Y son los hijos los que usualmente tienen menos noción para ahorrar energía. De esta manera es responsabilidad de los padres o tutores el impartir esta educación.
La electricidad que consumen nuestros hijos
Los hijos en sus diferentes edades demandan del uso de la electricidad constantemente. Así podemos agrupar en una amplia lista los siguientes consumos realizados por los hijos entre niños y jóvenes:
- Iluminación: muchas veces llegan a dormirse dejando la iluminación encendida. Otras veces suelen salir de un ambiente determinado de la casa y dejan algún bombillo encendido.
- Computadora: Suele hacerse una costumbre fuerte el no apagarla cuando no se está utilizando o cuando no se esta en casa.
- Equipos de audio, video y consolas de juego: los niños y jóvenes suelen usarlos frecuentemente pero igualmente se tiende a dejarlos encendidos.
- Refrigeradora: Se suele abrir todas las puertas a la vez y dejarlas así hasta, por ejemplo, terminar de beber agua fría.
- Llaves de agua: Tanto al cepillarse como al bañarse no hay un control del consumo. Si en casa tenemos una bomba de agua eléctrica: el requerimiento constante conllevará a un aumento del consumo eléctrico.
Educándolos para el presente y futuro
Existen muchas maneras de educar a nuestros hijos para que aprendan a ahorrar energía. La primera forma y aquella que no debe faltar es el seguimiento. Esto no significa el estar detrás de ellos para luego hacer usted el trabajo de desconectar y apagar aquello que esté encendido. Usted debe pedirles que lo hagan y enseñarles a hacerlo de acuerdo a la edad (como para desenchufar ciertos artefactos). Otra forma muy usada es la de dejar mensajes o pequeños letreros que indiquen y eduquen a los hijos en lo que deben hacer para ahorrar energía. Por ejemplo, se puede colocar sobre la puerta de la refrigeradora el siguiente mensaje en letras grandes “Abre, saca lo que necesitas y vuelve a cerrar inmediatamente”. Además usted puede asignar como parte de sus obligaciones diarias todo aquello que sirva para ahorrar energía y que ellos tengan que ver necesariamente. Así usted puede revisar si han hecho aparte de arreglar el dormitorio, desconectar la computadora antes de así, etc.
Nuestros hijos tienen el derecho a ser educados y parte de esta educación también compete el prepararlos a conservar nuestros recursos energéticos, evitando el consumo innecesario para así puedan ahorrar energía ahora en la casa y en sus futuros hogares.
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