Los refrigeradores son uno de los electrodomésticos que más energía derrochan, precedidos por los sistemas de calefacción y aire acondicionado. Se estima que un refrigerador representa alrededor del 15 por ciento del consumo doméstico de energía.
Una manera sencilla de ayudar a que su refrigerador funcione más eficientemente es limpiar las bobinas que disipan el calor de la nevera. Si éstas se encuentran cubiertas de polvo no pueden funcionar debidamente, lo que ocasiona que su refrigerador deba trabajar más y durante más tiempo. Es por ello que recomendamos limpiar las bobinas del refrigerador cada seis meses como se explica a continuación:
Encuentre las bobinas: en los modelos antiguos, las bobinas están expuestas en la parte posterior; en los nuevos modelos, se encuentran en la parte inferior, ocultas detrás de una cubierta o placa de protección.
A continuación, desconecte su refrigerador y aléjelo de la pared (si es el caso, apague el interruptor de circuito), y retire la tapa. En algunos modelos, esta se encuentra sujeta con ganchos resorte; otros llevan tornillos pequeños. Utilice el accesorio largo y estrecho de su aspiradora para limpiar el polvo acumulado en las bobinas inferiores. Luego repase las bobinas con un cepillo de tapicería. Utilice agua caliente y jabón para eliminar la acumulación de grasa proveniente de la cocina si no ha limpiado sus bobinas del refrigerador por un tiempo. Vuelva a colocar la cubierta, devuelva la nevera a su lugar y enchúfela o encienda el interruptor de circuito.
