Hoy voy a hablar de la energía maremotriz. Quizás una de las energías renovables menos conocidas. Se trata de la energía obtenida de aprovechar las mareas, o lo que es lo mismo, la diferencia de altura de las mareas. Si se interponen partes móviles a este movimiento natural ascendente y descendente de las aguas, con un mecanismo de canalización y de depósito, se conseguirá el movimiento de un eje. Esta enenergía maremotriz se podrá transformar en energía eléctrica si se acopla un alternador. Se trata por tanto de una energía renovable y limpia. Esto quiere decir que es una fuente de energía primaria que no se agota por su explotación, y es llimpia porque no se generan subproductos contaminantes en la transformación energérica.

El problema de que este tipo de energía no haya proliferado hasta el momento es el coste económico y medioambiental que supone la instalación de las infraestructuras necesarias en relación a la cantidad de energía que puede obtenerse con los medios actuales. Pero ésta no es la única manera de obtener energía del mar.  Se puede obtener a partir de la fuerza de las olas, llamada energía undimotriz; de la diferencia de salinidad; de la diferencia de temperatura entre las aguas profundas y la superficie, es decir, del llamado gradiente térmico oceánico; de las corrientes submarinas, llamada eólica submarina.

En nuestro país, hay un proyecto de creación de una planta de energía maremotriz en Cantabria, con la colaboración del Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE). Sería un centro de I+D+i en la costa de Santoña y podría satisfacer el consumo eléctrico de aproximadamente 2.500 hogares. En Francia, en el estuario delrío Rance, Électricité de France (EDF), la principal empresa de generación y distribución eléctrica de Francia instaló una central eléctrica con energía maremotriz que funcionó durante varias décadas. El coste del kwh era igual o más barato que el de una central eléctrica convencional, sin costes por emisiones de gases invernadero ni consumo de combustibles fósiles. Pero el coste medioambiental sí fue elevado ya que se produjeron cambios en la salinidad, aterramiento del río y cambios importantes en el ecosistema fluvial. Este impacto medioambiental es la razón más importante, entre otras, por la que no proliferan este tipo de centrales.