Dicen que lo todo lo antiguo es mejor. Tal dicho es en cierto modo verdadero y muchas empresas industriales lo pueden comprobar a través de los distintos equipos adquiridos décadas atrás. Esto aplica por lo general a la parte mecánica dejando la parte eléctrica relegada a las fallas constantes y al desperdicio de energía debido a la reiterada producción defectuosa, repetidas reparaciones eléctrica y electrónica y pruebas de funcionamiento.
Lo antiguo es casi mejor
Algunos equipos provenientes de Europa y Norte América siguen haciendo su trabajo mecánico y frente al desgaste, el recambio y reparación de piezas malogradas siempre queda dentro del plan de mantenimiento periódico. Sin embargo la parte eléctrica y electrónica de muchos de estos equipos ya no tienen repuestos equivalentes para los dispositivos de control. Y en caso de desperfectos el consumo eléctrico y de producción se eleva enormemente.
Fallas comunes en la parte eléctrica de equipos
Los equipos industriales ya sea de uso alimenticio, farmacéutico, etc. están compuesta por una parte mecánica, eléctrica de fuerza y eléctrica de control (electrónica en modelos de décadas recientes). Las dos ultimas partes también sufren desgate y saturación por el uso y condiciones de trabajo y antigüedad. Uno de los problemas más comunes de estos equipos antiguos es que muchos repuestos son escasos debido a la descontinuación de las partes y la reparación electrónica no es del todo buena. Quizá la solución perfecta a tanto desperdicio de energía y horas de retraso es la compra de equipos nuevos, sin embargo como en todo plan de inversión, no siempre resulta rentable hacerlo.
Los beneficios de la automatización
Las partes eléctricas de fuerza y control pueden ser reemplazadas mediante los sistemas de automatización y de fuerza de muchas firmas como Siemens, Allen Bradley, Mitsubishi, Schneider Telemecanique, Unitronics, Kloner Moller, Delta PLC, ABB, etc. Uno de los beneficios inmediatos de esta inversión de automatización es el ahorro substancial de energía eléctrica. Otros beneficios son: la eficiencia del control sobre el trabajo mecánico, ahorro de espacio físico, disminución de tiempos muertos (productividad), monitorización remota y diversas soluciones que antes se realizaban de forma compleja y con intervención de gran cantidad de personas.
La automatización de equipos industriales es una alternativa rentable a la adquisición de maquinaría nueva, extendiendo la vida útil de estos, aumentando la productividad y ahorrándose buena cantidad de energía.
